GRACIAS POR EL DON
Para que puedas navegar,
Debo ser viento.
Para que puedas cantar,
tu melodía.
Para que puedas leer,
tu historia nueva.
Para que seas feliz,
tu alegría.
Para enseñarte el rumbo
debo ser norte;
un horizonte,
Y también ser
en tus caminos nuevos
el calor del sol, tu compañía.
Y ser también
en tus instantes y momentos
la imperceptible voz
que te calma, ser tu aliento.
Y elegí ser poniendo el alma,
mi corazón, mi vocación
mis sentimientos:
la melodía,
la alegría, el horizonte,
la estrella, el sol,
los instantes, los momentos,
para que pueda ser una persona
que vuele libre de palabra y
pensamiento.
Por eso elijo, alimento y agradezco
a Dios por haberme elegido
y concederme el bello don
de ser MAESTRO.
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